No
puede ser... Se ha quedado muy cerca, pero la del otro chico ha dado justo
en el centro. Sin embargo, para mi sorpresa, ella viene hacia mí.
−Lo
has hecho muy bien −me sonríe.
¡No
me lo puedo creer! No sé ni qué contestar. Llevaba tanto tiempo esperando este
momento…»
Diana
guardó todo lo más rápidamente que pudo. Alguien se acercaba. No quería ni
imaginarse lo que dirían si se la encontrasen escribiendo una historia. ¡Ella,
una mujer!
Eso no podía ser. Ya era demasiado raro que le gustara leer, escribir sería todo un escándalo. Estaba convencida de que la sociedad avanzaría y eso cambiaría, pero lamentablemente esa era la época que le había tocado vivir.