jueves, 15 de mayo de 2014

Despedida

Hace algo más de cuatro años que empecé a escribir este blog. No tenía más pretensiones que expresarme y compartir mis opiniones y mis pequeños relatos. Sin embargo, ahora me gustaría dar un paso más allá. Me gustaría aportar algo. 
Desde aquí me resultaría difícil hacerlo, ya que El mundo que llevo dentro se ha convertido, poco a poco, en un espacio muy personal. Así pues, en realidad esto no es una despedida, sino una mudanza. A partir de ahora me podréis leer en este blog, que estará especialmente dirigido a aquellos que compartan las que siempre han sido mis dos grandes aficiones: leer y escribir. También podréis volver a leer cuantas veces queráis todo lo que he dejado aquí, ya que voy a dejar este blog on-line.
Gracias a todos los que me habéis leído y, especialmente, a quienes habéis dejado vuestros comentarios.
Un abrazo,
@BlancadelMar

martes, 29 de abril de 2014

Un amor sin fronteras

Siempre me ha gustado pasear por el campo. Estar encerrada me agobia. Necesito oler la hierba y ver el cielo.
Estaba dando uno de esos paseos cuando le conocí. Era diferente a todos los que había conocido hasta entonces. Tenía un aspecto salvaje que me cautivó desde el principio.
Nos volvimos a ver varias veces y un día accedí a ver dónde vivía. Al llegar al sitio, me sorprendí. Esperaba que me guiara de vuelta al pueblo, pero resultó que vivía en mitad del monte. Fue allí donde finalmente sucumbimos a la pasión.
Temía que, después de aquello, desapareciera, pero no fue así. Siempre que iba a dar un paseo, allí estaba él, dispuesto a acompañarme.
Al cabo de algún tiempo, me di cuenta de que estaba engordando. Llegó un momento en el que casi no podía andar, así que tuve que cancelar mis escapadas al campo para verle. Finalmente, nacieron mis siete pequeños. Son mitad cerdo vietnamita, como yo, y mitad jabalí salvaje, como su padre.
Mi dueño quedó muy asombrado al verlos y temí que se deshiciera de ellos, pero no fue así. Ha sido muy bueno y comprensivo.
Hace un par de semanas, no sé cómo, él me encontró. Desde entonces, ha vuelto varias veces para ver a sus hijos y mi dueño siempre le recibe con un plato de comida.

domingo, 23 de marzo de 2014

Ángeles y demonios, de Dan Brown

Supongo que a estas alturas todo el mundo conoce este libro. Sin embargo, al contrario de lo que yo pensaba, no se trata de una continuación de El código da Vinci. Son dos historias completamente independientes que tan solo comparten a su protagonista: Robert Landong. En cualquier caso, si hubiera que ordenarlas cronológicamente, Ángeles y demonios sería anterior.
No me voy a detener demasiado a hablar sobre la polémica que generó este libro por dos motivos. El primero es que ha pasado tanto tiempo desde el boom de esta novela que el debate ya está prácticamente extinto. El segundo es que para mí es demasiado evidente que se trata solo de ficción. No creo ni que nadie pueda dejarse llevar por teorías conspiratorias ni que la Iglesia deba sentirse ofendida.
Al margen de ello, es innegable que la novela está bien escrita. Al igual que El código da Vinci, la acción transcurre en tan solo un día. Esto la convierte en una de esas historias vertiginosas que te enredan y no puedes dejar de leer. También contribuye a ello que la mayoría de los capítulos son muy cortos, lo que hace que la lectura sea muy ágil a pesar de el libro supera las seiscientas páginas.
Sobre el argumento solo daré unas pinceladas. El profesor Robert Landong recibe una llamada pidiéndole ayuda por el misterioso asesinato de un científico. Al principio se niega a acudir, pero, después de ver una fotografía del cuerpo, acepta ir. Ahí comienza su aventura para resolver una complicada conspiración que Brown entreteje de forma que todo encaje a la perfección. Pero lo mejor del libro no es la narración, sino las descripciones, tanto de los escenarios, que te llevan directamente a Roma, como de las obras de arte, que el lector puede reconstruir en su mente sin dificultad.
En cuanto a la historia, hay una cosa que me ha chirriado un poco y es que, en mitad de un cónclave, en la plaza de San Pedro no había más gente de lo habitual, cuando la realidad es que ante la elección de un Papa suele estar abarrotada. Sé que se trata solo de un  detalle, pero creo que un escritor debe cuidar hasta el más pequeño de ellos, porque son los detalles los que hacen que una historia sea creíble. No obstante, creo que puede tener una explicación y es crear contraste entre el tiempo durante el que la trama permanece oculta y el momento en el que hace pública. Y no digo nada más por si alguien no conoce la historia.

lunes, 10 de marzo de 2014

Capitán Phillips

Capitán Philips es la historia real de un barco mercante que fue abordado por unos piratas somalíes. La película está narrada desde la perspectiva del capitán de la embarcación, Richard Phillips, a quien encarna un, como siempre soberbio, Tom Hanks. Desde el principio, su objetivo primordial es mantener a salvo a su tripulación y hace cuanto está en su mano para conseguirlo. 
No es la primera vez que Hanks se mete en un papel de este tipo: un hombre normal y corriente que se ve envuelto en una situación extraordinariamente complicada. De hecho, no sé si el actor seguirá con ganas de viajar después de haber naufragado, haberse quedado atrapado en una terminal y, ahora, haber sido abordado por piratas. No obstante, no es la única actuación destacable de la película. Los actores que hacen de los piratas también bordan el papel. Es más, cuesta creer que se trate de actores nóveles. No es de extrañar que Barkhad Abdi, que da vida al líder, fuera nominado al Oscar a Mejor actor de reparto y ganara un BAFTA en esa misma categoría.
Una de las cosas que más me ha gustado de la película es precisamente cómo trata a los piratas. No los presenta como los malos sin más, sino que explica los problemas que tienen y cómo la pobreza y la violencia en medio de la que viven les empujan a llevar a cabo acciones como esta.
Dura dos horas y cuarto. Sin embargo, gracias al ritmo trepidante con el que está narrada, no se hace larga en absoluto. Además, el film tiene la capacidad de trasladar al espectador hasta el lugar de los hechos gracias a unos escenarios cuidados. De hecho, gran parte de las escenas están rodadas en el mar. Esto, junto a detalles como la luz, dotan al film de una gran autenticidad.  
En definitiva, se trata de un thriller realista lleno de emociones, especialmente en el final, pero no me gusta revelar nada.

sábado, 22 de febrero de 2014

Ivan Ferreiro

Ivan Ferreiro es uno de esos artistas desconocidos por la mayoría que, sin embargo, cuenta con un gran público. Antes de comenzar su carrera en solitario, lideró Los Piratas y, cuando el grupo se separó, formó un dúo con su hermano Amaro hasta que, de forma progresiva, sus caminos profesionales se fueron separando.
'Abrázame' es la historia de un abandono, de una persona que se va y otra que se queda, suplicando que todo vuelva a ser como antes. La fuerza que tiene la voz de Ivan Ferreiro transmite el desgarro que supone esta separación. La melodía es una muestra del pop-rock independiente que caracteriza a este cantautor. Empieza con un tono suave y melancólico y va tomando fuerza para volver a suavizarse en el estribillo. Estos altibajos en la melodía acompañan el desarrollo de la historia, ya que el protagonista sabe que sus súplicas no surtirán efecto, pero no por ello renuncia a esa persona.  Todo ello es lo que hace de esta canción una de las mejores del cantautor.


sábado, 15 de febrero de 2014

El Prado: Las Furias

Desde el 21 de enero y hasta el 4 de mayo, hay, en el Museo del Prado, una exposición titulada Las Furias, alegoría política y desafío artístico
Las Furias son parte de la mitología greco-latina. Se trata de cuatro hombres a los que los diosos condenaron a una tortura eterna. 
Ticio intentó violar a una amante de Zeus. Por ello, un buitre le devoraba el hígado, que siempre le crecía de nuevo, de forma que el tormento no terminaría nunca. Tántalo invitó a los dioses a un banquete y, para probar la omnisciencia de estos, sirvió a su propio hijo como festín. Su castigo fue permanecer bajo un árbol lleno de frutos cuyas ramas se elevaban cuando intentaba acercarse, por lo que nunca podría comer. Sísifo delató las infidelidades de Zeus y este le condenó a portar una enorme piedra eternamente. Ixión intentó seducir a Hera. Por esto, Zeus le castigó atándolo de pies y manos a una rueda ardiente para toda la eternidad. 
Aunque no es una de las Furias, en la exposición también hay algunas representaciones de Prometeo, que sufrió un castigo similar al de Ticio por robar el fuego a los dioses. Para diferenciarlos, la mayoría de los artistas incluyeron una antorcha en sus representaciones de Prometeo. Es curioso el caso del Prometeo encadenado de Rubens y Snyders, en el que el primero añadió un trozo de lienzo después de finalizar el cuadro para añadir la llama.
En cuanto al nombre de la exposición, no podría estar mejor escogido. Las Furias comenzaron a representarse después de que María de Hungría se las encargara a Tiziano tras una victoria de su hermano Carlos V. Por tanto, son, efectivamente, una alegoría política, ya que pretendían ser una advertencia del castigo que recibirían quienes se levantaran contra el rey. Pero esto no es lo único que hace que el título sea adecuado. También eran un gran desafío artístico. Las expresiones de sufrimiento y los escorzos suponían un gran reto técnico para los artistas. El modelo que siguieron para enfrentarse a estos desafíos, ante la ausencia de obras clásicas con esta temática, fue Laocoonte y sus hijos, una escultura del siglo I d. C. de la cual en la exposición hay una copia de 1887 hecha en yeso por José Trilles
Además de dos de las obras de Tiziano encargadas por María de Hungría, la exposición cuenta con representaciones de las Furias realizadas por Miguel Ángel, Rubens y Ribera entre otros. 
A la salida de la exposición (antes de la tienda, como en todos los museos), hay una pequeña sala con una proyección. Merece la pena sentarse unos minutos a verla. No dura mucho y ayuda a comprender todo lo que se ha visto.