Bajo mi ventana II

Cojo a mi hermana y nos metemos en mi dormitorio con la luz apagada y sin hacer ruido. Los hombres insisten un par de veces. Entonces oigo la voz de mi padre.
-Hola. ¿Ocurre algo?
-¿Viven ustedes aquí?
-Sí.
-Somos policías. Nos han llamado avisando de que alguien estaba intentando forzar esta puerta.
En unos segundos mis padres y los dos hombres están dentro. Oigo a mi madre gritar en la habitación de mi hermana. Luego, mi padre abre la puerta de mi habitación.
-¡Están aquí!
Mi madre llega corriendo y suspira aliviada.
-¿Estáis bien? ¿Ha intentado entrar alguien?
-No, solo es que Pilar no podía dormir y se ha venido conmigo -me hago la tonta.
-¿No habéis llamado a la policía?
-No.
-Habrá sido un error- el hombre me miró y yo leí en sus ojos que no debía decir nada de lo que hubiera oído. Lo que él no sabe es que no tengo la más remota idea de qué hacían bajo mi ventana, pues no logré descifrar de qué hablaban.