lunes, 30 de enero de 2012

Estambul: entre oriente y occidente

Bizancio, Constantinopla o Estambul. Lo que menos importa de esta ciudad es como se la llame. A pesar de no ser la capital de Turquía, tiene un papel fundamental en la industria, el comercio y la cultura de este país.
La mayoría de sus monumentos se encuentran en la parte antigua, es decir, en la orilla europea del Bósforo. Uno de los edificios más significativos es el palacio TopKapi, que fue la residencia de los emperadores otomanos hasta el siglo XIX. Cerca de este se encuentra la famosa Santa Sofía. Con esta construcción, sus autores (Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto) pretendían superar al Panteón de Roma y sin duda lo consiguieron, pues es, probablemente, uno de los edificios más majestuosos que se han construido en la historia de la humanidad. Tanto es así que, cuando te encuentras en su interior, de alguna forma te transmite toda la historia que ha vivido. Casi en frente de esta espectacular obra, se encuentra la Mezquita Azul, llamada así por el reflejo de sus azulejos.
La visita a los bazares es obligada, tanto al de las especias como al Gran Bazar, donde puedes regatear por todo tipo de artículos. Si te decides por una prenda de piel y te la tienen que ajustar, lo hace en el momento e incluso, mientras esperas, te invitan a un té.
Al otro lado del Puente Gálata, ya en Asia, se encuentra la parte moderna de la ciudad. Allí, al final de una empinada calle, se alza la Torre de Gálata, desde donde se puede observar toda la ciudad mientras comes en el restaurante que hay en la parte alta. Otra vista increíble es la que se observa desde el café Pierre Loti. Desde esta terraza se contempla una impresionante panorámica del mar Bósforo y la silueta de Estambul salpicada de mezquitas.
Por todo ello y mucho más, recomiendo visitar esta impresionante ciudad, llena de colores y, sobre todo, de olores. A pesar de que hace años que la visité, el recuerdo de ese viaje sigue casi intacto en mi memoria.

1 comentario:

  1. Al leerlo es como si volviera a estar allí. Que recuerdos.

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