martes, 31 de agosto de 2010

Acompañame II

-Te dije que al final cedería.

Laura se giró al oír aquella voz junto a ella. No lo podía creer. Era él. Con aquello no contaba. Ella siempre insistía, pero porque sabía que ellos nunca la acompañarían. ¿Y ahora qué? ¿Cómo explicarle que él era sólo uno de tantos? La sonrisa del muchacho se congeló al ver la expresión de Lara.

-¿Qué ocurre? ¿No estás contenta?

-¡No!

-¡¿No?! -Aquello era lo último que esperaba el pobre chico.

-Estos días han sido perfectos. ¿Por qué arriesgarnos a estropearlo todo en lugar de guardar un bonito recuerdo?

-Porque en la vida hay que correr riesgos.

-No necesariamente.

-¿Quieres que baje? -La voz del joven había ido perdiendo fuerza al tiempo que comprendía lo que ocurría.

-Haz lo que quieras. Ya lo has estropeado.

Bajó justo antes de que el autobús arrancara y se fue a casa sin lograr contener las lágrimas.

domingo, 29 de agosto de 2010

GP Bélgica

Ha sido una carrera complicada para Alonso desde el principio, cuando un choque con Barrichello le ha hecho perder varias posiciones. No obstante, la peor parte del incidente se la ha llevado el brasileño, que no ha podido reincorporarse para terminar su carrera número trescientos.
Justo en ese momento, ha comenzado a llover, por lo que Fernando ha aprovechado la parada en boxes para poner los neumáticos intermedios. Otros pilotos, entre ellos Jaime y Pedro, también los han puesto, lo que ha resultado ser una mala estrategia, ya que la lluvia ha durado escasos minutos. Tras caer a la parte baja de la tabla al tener que parar de nuevo, el piloto de Ferrari ha comenzado una remontada que le ha llevado hasta la octava posición. Sin embargo, cuando quedaban apenas seis vueltas para el final, ha cometido un error que le ha obligado a abandonar.
Tras la salida de Alonso, Alguersuari ha entrado en la zona de puntos. Detrás de él iba De la Rosa, que finalmente ha conseguido adelantarle. Pero una salida de pista le ha hecho perder un par de posiciones, situando de nuevo al piloto de Toro Rosso en la décima posición.
Tampoco ha sido una gran carrera para Vettel, que ha entrado hasta cinco veces en boxes y no ha logrado puntuar. Además, en esta ocasión le ha tocado a él sufrir las injusticias de la FIA, que le ha impuesto un drive through por echar de la pista a Button en un accidente del que el alemán no ha tenido culpa, pues ha perdido el control del coche.
El polo opuesto ha sido Hamilton, que se colocó primero en la salida y ha mantenido la posición durante toda la carrera. Esto le permite situarse líder del mundial, adelantando a Webber quien, tras una muy mala salida, ha terminado segundo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Acompañame

Faltaban unos minutos para que llegase el autobús. Y allí estaban los dos, uno frente al otro, deseando que eso no ocurriera nunca para no tener que separarse.

-No me dejes.

-Ven conmigo.

-No puedo... -se lamentó él.

-¡Claro que puedes!

-Sabes que me encantaría, pero...

La estación estaba llena de gente, pero ellos no veían a nadie. Ni oían los avisos que se hacían por megafonía. Ni se daban cuenta de los empujones que les daban algunos con las prisas.

-Pero, ¿qué? Si de verdad me quieres, vente.

-No me hagas esto. Sabes que te amo. Pero me pides demasiado.

-Por favor -casi suplicó.

-No insistas o al final cederé.

-Eso pretendo.

-Lo siento -esta vez Laura vio en sus ojos que era definitivo. Por mucho que insistiera, él ya había tomado una decisión.

Subió al autobús cabizbaja y buscó un asiento. No quiso mirar por la ventanilla. Sabía que él seguía allí. La gente subía y alguien se sentó junto a ella, pero Laura ni siquiera le miró.

martes, 24 de agosto de 2010

Esperando el mañana

Como cada mañana, Julia se levantó a las siete para ir a trabajar. Desayunó deprisa, se vistió todo lo rápido que pudo y bajó al coche. El tráfico le ponía de los nervios y encima en la radio sonaba la misma canción que ponían a todas horas. Cuando llegó a la oficina, encendió el ordenador. Se pasaba toda la mañana allí, sentada frente a la pantalla.

Ya eran las doce en punto. ¡Qué ganas tenía de que fueran las dos para poder irse a casa! Las piernas se le habían dormido y estaba cansada de que Luis le insinuara que saliera con él.

Al fin eran las dos. Se fue a casa y, después de comer, llamó a unos amigos para quedar el fin de semana. Estaba deseando verles.

El sábado fueron a una cafetería. Se sentaron los seis en una mesa y estuvieron planificando las vacaciones. Mientras tomaban una taza de humeante café decidieron que ese año alquilarían una casita en la montaña.

Una noche que no podía dormir, Julia estuvo pensando en cómo era su vida. Se dio cuenta de que siempre tenía prisa, se pasaba el tiempo esperando que llegara otro momento mejor y nunca hacía nada improvisado. Estos pensamientos le hicieron más difícil conciliar el sueño, por lo que cuando sonó el despertador solamente había echado una cabezada.

– Hola. – se acercó Luis una vez más.

– Buenos días. – contestó ella con una sonrisa poco habitual.

– ¿Qué vas a hacer este fin de semana?

– No tengo ningún plan. Todavía…

Luis no sabía cómo sugerirle una cita. Era la primera vez que se lo ponía tan fácil.

– ¿Y tú?

– Tampoco. Podríamos hacer algo… juntos. – Luis temió haber estropeado aquella oportunidad por ser demasiado precipitado.

– Está bien. Me han hablado de un restaurante nuevo y me gustaría probarlo. ¿Vamos el viernes?

Luis no daba crédito a sus oídos. Aquello tenía que ser un sueño. Pero si lo era, no quería despertar nunca.