Puede parecer fuera de lugar, en el siglo XXI, una
película en blanco y negro y muda. Quizá incluso haya quien no se haya atrevido
a verla por ello. Sin embargo, no podía ser de otra manera. Creo que esta
película necesitaba ser así.
Puede que el argumento, aunque muy bonito, no sea
de los más originales. Trata sobre un famoso actor, interpretado por Jean
Dujardin, al que le cuesta dar el salto del cine mudo al sonoro y una joven, a
la que da vida Bérénice Bejo, que se convierte en estrella precisamente gracias
al sonido. Sin embargo, la forma de contarla es absolutamente genial. Utiliza
los recursos de este tipo de cine de forma magistral. Cada escena está cuidada
hasta el más mínimo detalle.
No puedo terminar sin hacer mención a la banda
sonora (Ludovic Bource), un elemento fundamental en una película muda. Si no
fuera por lo buena que es, la película perdería gran parte de su magia. En
definitiva, una bellísima película que merece la pena disfrutar. Mi enhorabuena
a Michel Hazanavicius, director y guionista de esta obra maestra.
Es que no hay manera de que me entre un maldito comentario a la primeraaaaaaaaaaaaaaaa?
ResponderEliminarPues este si que ha entrado, jajaja. No sé si habrá límite de espacio o algo así.
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