martes, 1 de junio de 2010

Una tarde como otra cualquiera V

Manu le tendió el pañuelo sin saber qué decir. ¿Le estaría vacilando?
Ella lo cogió y salió corriendo. Esta vez el chico estaba demasiado desconcertado para ir tras ella. Entonces vio que la chica venía otra vez por el mismo sitio que antes. No era posible... Si se había ido por el otro lado.
-Hola -dijo al llegar a la altura del chico.
Sin embargo, Manu fue incapaz de contestar.
-¿Te ocurre algo? -preguntó la niña extrañada por la cara de haber visto un fantasma que tenía el muchacho.
-Te acabo de ver irte por allí...
-¿Cómo va a ser eso?
-Sí, te he dado el pañuelo que se te calló ayer -Manu se sentía muy tonto explicando algo que sabía que era imposible, pero que estaba seguro de que había ocurrido.
Ah! Sería mi hermana.
-¿Tu hermana?
-Sí, mi hermana gemela.

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