Allí murieron casi un millón de personas, en su inmensa mayoría tutsis, a manos de los machetes de los hutus. El odio entre ellos lo crearon los colonos belgas, que fueron quienes realizaron la división y, a su marcha, dejaron el poder a los hutus. Así pues, el país sufrió uno de los mayores genocidios de la historia.
La película se centra en la historia de Paul Rusesabaguina, gerente de un hotel de lujo. Aprovecha su situación para ganarse la amistad de personas políticamente influyentes. Él es hutu, pero su mujer tutsi.
La tensión se palpa durante toda la película. Este drama refleja a la perfección la realidad a la que se tuvieron que enfrentar en Rwanda. En algunas escenas, la crudeza es difícilmente soportable, pero, lamentablemente, esto es lo que ocurrió. En definitiva, se trata de una historia impactante y emocionante que no puede dejar indiferente a nadie.
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