miércoles, 31 de octubre de 2012

A sangre fría, de Truman Capote

En "A sangre fría" Truman Capote hace un gran despliegue léxico para contar un crimen. Describe a la perfección hasta el más mínimo detalle de la historia. Para ello, emplea una gran variedad de adjetivos.
Utiliza un narrador omnisciente, ya que se percibe desde el principio que sabe lo que va a ocurrir. No obstante, se mantiene al margen de la historia, es decir, aunque se puede apreciar que en algunas de las escenas el autor estaba presente, no lo dice, sino que se limita a describir la situación que presencia. Al fin y al cabo, esto es lo que debe hacer un buen periodista.
A sangre fría relata la muerte de cuatro miembros de la familia Clutter. Comienza contando cómo fue el último día de vida de todos ellos: el señor y la señora Clutter y sus dos hijos menores (Nancy y Kenyon). De esta forma, expone cómo era un día normal en la vida de estas personas. A continuación, explica cómo al día siguiente, el domingo 16 de noviembre de 1959, encuentran a los cuatro atados de pies y manos y con un disparo en la cabeza. El padre, además, había sido degollado. 
Sin embargo, aparentemente no había móvil alguno para esta matanza. El robo parecía descartado, ya que lo único que se echó en falta en la casa fue una radio. Tampoco había pruebas que apuntaran a algún sospechoso. Esto desata una oleada de miedo entre los vecinos perfectamente descrita por Capote. Al no saber el autor ni el motivo del crimen, temen que a ellos les suceda algo semejante.
Tanto en estos hechos como en los que los siguen, queda patente la utilización de abundantes fuentes por parte del autor. Decenas de voces diferentes aparecen reflejadas a lo largo del relato. La precisión con que Truman Capote narra todos los acontecimientos deja entrever que habló con más personas de las que cita literalmente.
Desarrolla de forma paralela qué hacen los asesinos (Dick y Perry) después de cometer el crimen y cómo avanza la investigación policial. Solamente cuando ambas historias confluyen desvela qué sucedió exactamente aquella noche, cómo y por qué. Por último, narra el proceso judicial hasta que los dos culpables son ahorcados el 14 de abril de 1965.
Capote no solo cuenta los hechos directamente relacionados con el asesinato. También explica el pasado de Dick y Perry, es decir, cómo han llegado hasta la situación en la que se encuentran en ese momento. Sin embargo, no hace una valoración de esos hechos, sino que se limita a exponerlos. En cambio, sí que aporta la opinión de un psiquiatra.
En definitiva, se trata de un relato magistral. La precisión de las descripciones sitúa al lector en la escena como si pudiera verla. Además, lo detallado de la historia de los protagonistas convierte a "A sangre fría" en un gran análisis social. Refleja, no solamente la capacidad de los seres humanos para hacer daño a sus semejantes, sino también la reacción de la sociedad ante un crimen atroz. Así pues, hace reflexionar al lector sobre diversos asuntos, desde temas políticos como la pena de muerte hasta otros más existenciales como la muerte.

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