domingo, 26 de diciembre de 2010

Pasos en la noche

Como cada noche al salir del trabajo, Gloria atravesó el parque para llegar antes a su casa. De pronto oyó unos pasos tras ella. La luz de la luna proyectó una sombra y no pudo evitar acelerar el ritmo. 
Los pasos se oían cada vez más cerca. Cuando salió del parque, Gloria ya iba corriendo. Para colmo, las calles estaban totalmente desiertas. 
Al pasar frente a una tienda, le pareció ver que en el escaparate se reflejaba la silueta de su amigo José, pero no se atrevió frenar por si acaso se equivocaba. Al llegar a su casa, no quiso mirar atrás mientras buscaba las llaves. 
Entró todo lo rápido que pudo en el portal. Sin embargo, no subió las escaleras. Aunque sabía que era un poco insensato, quería averiguar quién la había seguido. Pero no apareció nadie.
Salió y volvió sobre sus pasos. Nada. Se sintió un poco decepcionada. Después de tanta adrenalina, resultaba que todo había sido producto de su imaginación.

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