viernes, 1 de octubre de 2010

Adiós a mi niñez

Cielos, cómo brilla hoy el valle. Nadie diría que hace tan sólo unos días estaba encharcado de sangre. Al recordarlo, mis ojos se inundan de lágrimas. Nunca podré olvidar aquella mañana. Aquellos gritos que me despertaron. Cómo entró mi madre en la habitación para esconderse con nosotras en el armario. Cómo sollozaba mi hermana. Lo eternas que se mi hicieron las horas hasta que pasó todo. Cómo lloraba mi madre cuando se asomó por la ventana. Cómo llegó tarde para evitar que nosotras también viéramos la masacre. Ya no volveré a ser la misma.

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