domingo, 19 de septiembre de 2010

Falda de ternera rellena II

Vi a Toby junto al sofá y me di cuenta de que tenía el morro sucio. Debía de haber entrado en la cocina y se había comido mi obra maestra. Ya habían parado de reír y me miraban esperando a ver cómo salía del aprieto. Ahora era yo la que reía. Finalmente no me quedó más remedio que pedir comida china por teléfono.

2 comentarios:

  1. A mi me hubieras comprado la sonrisa, el aplauso y todo lo que se tercie con un buen postre.

    ResponderEliminar
  2. Una aclaración: cuando escribo en primera persona no soy yo(yo no podría estar en la misma habitación que Toby) :)

    ResponderEliminar