jueves, 16 de septiembre de 2010

Falda de ternera rellena


−¡Tachán! –destapé el plato de la forma más ceremoniosa que pude. Era la primera vez que cocinaba para ellos y quería lucirme. Todos abrieron los ojos al máximo. No pude evitar esbozar una sonrisa al comprobar que había conseguido sorprenderlos. Y aquello era solamente la presentación, cuando lo probaran se darían cuenta de que realmente tenía motivos para presumir de mis recetas. Fui a coger el cuchillo para servirlo y entonces me di cuenta. Noté cómo mis mejillas comenzaban a teñirse de rojo. Mi magnífico plato había sido reducido a unas míseras sobras. Todos reían.

1 comentario:

  1. Supongo que ested tendrá continuación, porque me he quedado un poco a medias.

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