viernes, 16 de abril de 2010

Barajas

Iba a ser un gran día. Por fin nos íbamos a Londres. Aun no nos lo creíamos. Tuvimos un pequeño susto con los billetes del autobús que nos llevaría del aeropuerto al albergue. Pero eso quedó en una tontería comparado con lo que ocurriría después. El volcán islandés Eyjafjallajokull (no es broma, se llama así) había entrado en erupción. Los vuelos a Reino Unido se estaban cancelando. Cuando salimos de la residencia el nuestro, según Rynair, sí iba a salir, con un poco de retraso, pero nada más. Al llegar a las Margaritas, el tren iba con retraso. Menos mal que habíamos salido con tiempo de sobra. Tras una hora de viaje, llegamos a Barajas. En las pantallas leímos que nuestro vuelo había sido cancelado. En realidad, ya nos lo esperábamos. Fuimos al mostrador de Ryanair y nos dijeron que nuestro vuelo aún no había sido cancelado, que era otro el que habíamos visto. Miramos de nuevo las pantallas: CANCELADO. Volvimos al mostrador y nos aclararon que acababan de cancelarlo. Nos dijeron que podíamos cambiarlo o pedir que nos devolvieran en dinero. La cola era kilométrica, por fortuna, se podía hacer por Internet. Problema: la semana que viene se va Melani y la siguiente me voy yo. Solución: Cambiar mi vuelo porque ella va a un bautizo. Coste: 25 €. Solución: Cancelar mi vuelo y cambiar los suyos. Coste: Una llamada de media hora a Ryanair.

1 comentario:

  1. :O
    Pero que dices???
    u_ú por un volcan islandes??? malditos ingleses `o´

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