domingo, 18 de diciembre de 2011

Madre e hija viajan solas

El vagón va casi vacío. Una señora lee el periódico. Un hombre se sienta tras colocar el equipaje de todos los pasajeros. Una chica coge los cascos que le tiende el revisor mientras escucha música con los suyos. Un muchacho escribe en un pequeño cuaderno. Por último, una mujer cambia de ropa a una niña de dos o tres años.
- Ahora vamos a dormir las dos.
- ¿Estás cansada, mamá?
- Sí, cariño, porque he hecho un viaje muy largo desde un país que se llama Kenya y está en África.
- ¿Y ahora donde vamos?
- A casa de los abuelos a pasar la Navidad -le explica con paciencia una vez más.
- ¿Y por qué papá no viene?
La mujer suspiró. Hacía unos meses que se había separado del padre de la niña. La pequeña se había acostumbrado pronto a que él no estuviera. Sin embargo, aquellas semanas que había pasado con él mientras su madre viajaba por trabajo, la habían desconcertado.
- Cariño, volvemos a ser solo tú y yo.
- ¿No volveremos a verle? -la niña abrió mucho los ojos.
- Claro que sí. Él vendrá a verte de vez en cuando o yo te llevaré con él.

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