martes, 31 de agosto de 2010

Acompañame II

-Te dije que al final cedería.

Laura se giró al oír aquella voz junto a ella. No lo podía creer. Era él. Con aquello no contaba. Ella siempre insistía, pero porque sabía que ellos nunca la acompañarían. ¿Y ahora qué? ¿Cómo explicarle que él era sólo uno de tantos? La sonrisa del muchacho se congeló al ver la expresión de Lara.

-¿Qué ocurre? ¿No estás contenta?

-¡No!

-¡¿No?! -Aquello era lo último que esperaba el pobre chico.

-Estos días han sido perfectos. ¿Por qué arriesgarnos a estropearlo todo en lugar de guardar un bonito recuerdo?

-Porque en la vida hay que correr riesgos.

-No necesariamente.

-¿Quieres que baje? -La voz del joven había ido perdiendo fuerza al tiempo que comprendía lo que ocurría.

-Haz lo que quieras. Ya lo has estropeado.

Bajó justo antes de que el autobús arrancara y se fue a casa sin lograr contener las lágrimas.

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