viernes, 7 de mayo de 2010

Desde el suelo

¡Imbéciles! Esa era la palabra. Pero ni siquiera tenía fuerzas para gritársela. Además, eso solo habría empeorado las cosas.

Vio como los tres chicos se alejaban de él riendo. Víctor se intentó levantar poco a poco. Le dolía todo el cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario