Se giró para mirar el anden una última vez. Estaba lleno de gente que despedía a sus familiares y amigos. Pero no encontró ninguna cara conocida. Entró en el tren desilusionada. Sin embargo, cuando llegó a su asiento le invadió una gran felicidad. Allí estaba él. Esperándole con una sonrisa.
Hey Blanca! como no me conecto al msn no sabía que tenías un blog! Por aquí se empieza! Cuando seas rica y famosa escritora acuérdate de nosotras...jaja
ResponderEliminarMarta!